Cuando se pierden los dientes definitivos, tanto si es un solo diente como si son varios dientes, si no hay contraindicaciones médicas, los implantes pueden ser la mejor solución. Entre las principales ventajas están:
El implante propiamente dicho sustituye la raíz del diente con un tornillo, por lo que evita la pérdida de hueso además de mantener los dientes colindantes.
La intervención quirúrgica no es dolorosa aunque sí que es cierto que en los días siguientes puede causar molestias. Importante seguir los consejos del especialista para evitarlas.
Es un producto sanitario que sustituye una pieza dental completa devolviendo así la función de masticación y evitando la pérdida de hueso.
El conjunto consta de 3 partes:
El cuidado que preste el paciente a los implantes será crucial para el éxito del tratamiento. Muy importante tener una buena higiene dental incluyendo el hilo dental y las pautas de revisión pautadas por el especialista.
Lo primero de todo antes de hacer nada, es una revisión general y otra radiográfica. Con esto se ve las posibles soluciones de prótesis debido a la ausencia de piezas dentales. Se determina la cantidad de implantes necesarios según el caso.
El siguiente paso es la pre-medicación y la planificación de la cirugía.
La tercera fase es la fase quirúrgica de el/los implantes, donde se pone el implante dental/tornillo en el hueso y se cierra la encía,
Entre 3 a 6 meses se integra el implante al hueso y tejidos propios. Durante este periodo se hacen revisiones rutinarias.
Cuando el paciente está listo se toman los moldes para la última fase, donde se colocarán las fundas o coronas sobre estos implantes para devolver la función estética y funcional de masticar al paciente.
El precio de los implantes dentales depende de varios factores, pero en todo caso hay que tener en cuenta que a veces cuando vemos publicidad sobre el implante dental con precio se refiere únicamente al tornillo, sin incluir ni la funda ni el pilar, ni la cirugía ni el seguimiento de todo el proceso.
Por otro lado, cada boca es diferente y hay veces que previamente hay que realizar algún otro tratamiento. Por ejemplo, hay veces que si hace mucho que se ha perdido la pieza propia hay una pérdida de hueso, lo que significa que antes del implante habrá que hacer un injerto de hueso.
Otro punto es si se trata de sustituir una única pieza o hay varios dientes a sustituir y si esos dientes están separados o juntos, en cuyo caso se podría optimizar el espacio con el número de piezas. Es decir, si falta más de una pieza, no siempre se aplica el precio unitario multiplicado por el número de piezas que faltan (a más piezas a sustituir el precio unitario puede ser más económico).
Evidentemente la marca del tornillo y los materiales utilizados para la funda y el pilar pueden marcar una diferencia importante. La marca del implante/tornillo y las garantías que da el fabricante afectan directamente en el precio. Los implantes dentales de gran calidad o alta gama están respaldados por rigurosos estudios y tienen una tasa menor de fracaso. Pero hay que asumir que siempre hay un pequeño riesgo de fracaso.
Finalmente, está claro que además de todo esto cada clínica marca el precio del implante en función de sus propios parámetros y en base al caso específico que se vaya a tratar.
Desde el punto de vista del cliente hay veces que el precio es un factor importante para decidirse por un implante, pero teniendo en cuenta todo lo que está en juego, hay que huir de publicidades engañosas u ofertas escandalosas. No quiere decir que tengamos que coger lo más caro, hay marcas locales que ofrecen un buen balance calidad precio, pero evidentemente no hay que decidirse por el implante más económico sin pensar en el conjunto del tratamiento y las garantías.