Una vez que tenemos los dientes definitivos, qué se supone son para toda la vida, pueden caerse por diferentes motivos. Desde una enfermedad periodontal, caries avanzada, o un golpe.
Aunque el diente o dientes que se pierda no sea visible estéticamente, produce una serie de cambios en nuestra boca que hay que tener en cuenta:
Por eso es muy importante reponer los dientes de una manera u otra mediante prótesis dentales. Una prótesis dental es simplemente el diente o dientes artificiales que ponemos para reponer lo perdido
Evidentemente el dentista será el que una vez analizado tu caso te aportará la mejor solución.
Básicamente hay dos opciones:
El proceso es sencillo. Se tallan los dos dientes laterales al perdido y se cementa una prótesis que consta del diente central y la funda de los dos laterales.
El implante es simplemente el tornillo que se utiliza como raíz anclada al hueso y al que después se le añade la corona (parte visible). Al estar atornillado al hueso, el hueso no se pierde.
Como en el caso anterior, y si no se han perdido muchos dientes, podemos optar por un puente fijo.
También se pueden colocar implantes con varias coronas. Por ejemplo, si faltan tres dientes, se pueden colocar los dos tornillos/raíces de los extremos pero en cambio la parte visible puede constar de tres coronas (la del medio se aguanta por las dos laterales que tienen la raíz).
En este caso, el paciente puede retirarla cuando lo desee y limpiarla.
Básicamente hay dos opciones:
Se realiza una prótesis fija de lado a lado apoyada sobre varios tornillos de implantes que se anclan en el hueso.
Dependiendo de la cantidad y calidad del hueso se puede colocar tornillos de implantes en el hueso para apoyar la prótesis.
O también se puede colocar una prótesis convencional simplemente apoyada sobre la encía.
En el caso de prótesis removible, se aconseja limpiar la encía con cepillo de dientes ultra suave o gasas con un poco de enjuague.